" A una tela watta, pintada en 1896, debo «La Casa de Asterión» y el carácter del pobre protagonista ", afirma Jorge Luis Borges en el epílogo de El Aleph . En el cuadro mencionado anteriormente podemos observar a un Minotauro humanizado, en soledad, que contempla, desde su laberinto, un mundo que no termina de comprender. Pintura a la que se refiere el escritor en el primer párrafo
Quiero leerlo ya!!!!
ResponderBorrarÉpica la edición! Y esa última canción 😢lloro
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